El tabú sobre la mujer que no desea ser madre

Lic. Patricia Alkolombre

La maternidad convoca imágenes asociadas con el cuidado y el apego hacia los hijos, pero existen también otros rostros muy distintos. El aborto provocado y clandestino –por estar penado por la ley– es uno de ellos y se constituye en el desenlace de un embarazo no deseado, bajo circunstancias muy diversas.

Es un tema que aún no tiene carta de ciudadanía en nuestro país y parece anacrónico, ya que está en plena vigencia la ley del matrimonio igualitario y la de identidad de género. Como si se hubiera podido legislar sobre temas ligados a la homofobia, pero no en torno a la figura de una mujer que no desea una maternidad, a pesar de ser la principal causa de muerte materna en nuestro país, además de un problema sanitario.

Cada mujer que decide interrumpir su embarazo, además de los determinantes de su historia personal, están también presentes los prejuicios y las creencias que envuelven esta realidad. Podemos preguntarnos en este punto sobre aquello no enunciado de esta condición maternal que lo transforman en un tabú, bajo la forma de un mandato cultural: el tabú de la mujer que no desea ser madre.

Desde el punto de vista anímico, la interrupción voluntaria del embarazo se inscribe dentro de una particular dimensión subjetiva de la vida de cada mujer y puede tener efectos subjetivantes o desubjetivantes y posee a su vez una doble cicatriz, una psíquica y otra corporal. Se trata de un tema de una enorme complejidad, que requiere necesariamente de un abordaje interdisciplinario. Es difícil conciliar posiciones, ya que en muchos casos son antagónicas, pero el punto es cómo legislar incluyendo las diferencias y a la vez sorteando los obstáculos que plantean. El aspecto de ilegalidad, penalización y marginalidad que tiene el mismo es un elemento muy importante que refuerza y potencia no sólo los riesgos para la salud de las mujeres (por los índices de morbi-mortalidad), sino también el carácter traumático que posee.

La mujer enfrentada con ese momento de decisión –que tiene tiempos acotados- debería poder contar con un contexto de entrevistas psicológicas con profesionales capacitados en el tema, que le permitan un abordaje que incluya los aspectos inconscientes en juego, entramados con los mandatos sociales.

Habrá que seguir pensando en deconstruir el tabú de la mujer que no desea ser madre, a nivel del cuerpo social y en cada historia singular.