Toda decisión humana es falible

Marcelo N. Viñar

Por encima de imperativos teológicos y biológicos (que hasta el presente se han esgrimido y erigido como los referentes privilegiados y hegemónicos para definir el comienzo de la vida), mi reflexión personal y compartida me ha llevado a concluir que el Deseo de Hijo de una pareja humana es el acto inaugural de la Filiación.

Este acto simbólico precede, cronológica y lógicamente, a la fecundación del óvulo por un espermatozoide. Si por accidente esto ocurre fuera del acto simbólico que debe antecederlo, la pareja involucrada- y sobre todo la mujer, deben tener durante un tiempo limitado, el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo.

Especulo que el acto de violencia allí cometido, se inscribirá como experiencia, y conjeturo que el riesgo de error (toda decisión humana es falible) es menor que la peripecia que implica un hijo no deseado.