La ilusión del porvenir, 75 años de la APA

Abel Fainstein, APA

Agradezco la posibilidad de participar de este número en ocasión del 75 aniversario de la APA.

Escribí en 2011 que “Considerando que la transmisión de la experiencia de lo inconsciente -tanto en la formación de los analistas como en los análisis- no es garantizable en términos de efectividad absoluta- y es estrictamente personal, tampoco las instituciones y sus institutos de formación de las nuevas generaciones de psicoanalistas pueden hacerlo, pero sí pueden ofrecer las mejores condiciones para favorecer ambas experiencias.

Partiendo de la premisa que las instituciones se basan en la identificación con ideales comunes, y que necesitamos de ellas para la transmisión, debemos estar advertidos del peso que tienen en su funcionamiento las identificaciones imaginarias y, al decir de Horenstein, “sus vaivenes emocionales”, apostando a identificaciones simbólicas como sostén fundante de los lazos y las prácticas. También de las consecuencias nocivas que supone la Psicología de las Masas, lo que implica pensar continuamente dispositivos que intenten evitar ese devenir. La transmisión de la experiencia de lo inconsciente, necesariamente singular, requiere de ello.

Es que, tal como plantea Szpilka (2002), “la naturaleza peculiar de lo inconsciente necesita ampararse en instituciones que lo abriguen, y a la inversa, paradójicamente, las estructuras institucionales necesitan para subsistir, domesticar, apaciguar y aplacar al objeto cuya transmisión sostienen. Esa tensión es inevitable, y de su manejo depende la efectividad de las instituciones en la transmisión del Psicoanálisis”.

Pienso que el desarrollo de la APA a lo largo de su historia ha sido fiel a estos objetivos y que sus sucesivas administraciones, con sus diferencias, han sabido manejar adecuadamente esa tensión. Eso nos hace optimistas respecto de su porvenir en la medida que podamos sostenerlo.

Tengo el orgullo y la suerte de haber presidido la Comisión Directiva de la APA en el período 2000 a 2004. Aunque coincidente con una de las crisis socioeconómicas más importantes de nuestra historia como país, ello no fue obstáculo para poder sostener una importante actividad científica y societaria con la satisfacción que muchos de los cambios introducidos entonces siguen hoy vigentes después de más de 20 años.

Nos animaron las ideas de apertura, participación y articulación de la complejidad que la caracteriza como institución y que hacen a que pueda ser un ambiente facilitador para el estudio y desarrollo del psicoanálisis. Esas ideas, paradójicamente no fáciles de encontrar en muchas instituciones psicoanalíticas, siguen sosteniendo mi ilusión respecto del porvenir de la APA y del psicoanálisis en general y orientan mi practica institucional también en las organizaciones internacionales como FEPAL y la IPA a las que pertenece APA y en las que he trabajado o trabajo hasta hoy.

En cada una de estas últimas la APA tiene un rol destacado y pionero en muchos desarrollos, que nos hace sentir orgullosos a sus miembros. Solo a manera de ejemplo, la Enciclopedia de Psicoanálisis que edita en estos momentos la IPA tiene fuerte basamento en el Diccionario de Psicoanálisis argentino que editó la APA hace tiempo atrás.

La apertura al diálogo intradisciplinar y con otras disciplinas, al trabajo en el campo comunitario, a la universidad, a las publicaciones que reflejen ese movimiento, son hoy terrenos ganados y que nos permiten pensar con optimismo el porvenir.

Producto de esa política, nuevas generaciones se suman cada año a nuestra institución en el afán de tener una formación psicoanalítica de excelencia acorde a los lineamientos de la Asociación Psicoanalítica Internacional fundada por Freud en 1910 y de pertenecer a la organización pionera del psicoanálisis en la Argentina. Esto permite sostener su proceso de formación continua que es indispensable para el desarrollo de nuestra profesión. El intercambio entre pares y con colegas de más experiencia, que ya Freud pensaba que debía darse en las sociedades e institutos de psicoanálisis, es hoy una cuarta pata que se agregó al trípode tradicional de formación de analistas: análisis personal, supervisión de casos clínicos y formación teórica. Un fuerte basamento en la obra de Sigmund Freud sigue siendo distintivo del Instituto de Psicoanálisis Ángel Garma de la APA.

Freud escribió acerca de la necesidad de proteger a la cultura de la rebelión y manía destructora de los individuos y como sus normas, instituciones y mandamientos cumplen esa tarea. Por su parte Madeleine Baranger pensaba que el funcionamiento de cualquier institución debe tener una relación bastante estrecha con su finalidad declarada y reconocida y Willy Baranger alertaba acerca de que: “Toda institución psicoanalítica cae bajo una paradoja. O se institucionaliza demasiado y deja de ser psicoanalítica, o renuncia a todo criterio formal de funcionamiento y deja de ser una institución” (p. 307).

Es en el campo que delimitan estas reflexiones donde propongo:

  • basarse más en la Institución como una acción permanente, evitando la burocratización, los fenómenos atribuibles a la psicología de las masas y el dogmatismo.
  • teniendo en cuenta que ninguna teoría puede dar cuenta de la complejidad de su campo de estudio, trabajar con una pluralidad de las mismas parece ser el camino más indicado para su desarrollo científico.
  • que la formación que imparte, si bien cumplimenta su compromiso con lo esencial del descubrimiento freudiano -esto es, la dinámica de lo inconsciente-, acepta esa misma pluralidad en cuanto a sus concepciones y las prácticas que sustenta.
  • pensar intra, inter y transdisciplinariamente los problemas que presenta nuestro campo de trabajo, poniendo en juego, aunque sin renunciar, a las respectivas marcas identificatorias.
  • una necesaria presencia en las carreras universitarias de grado y postgrado que favorezca tempranas transferencias con el psicoanálisis y facilite su acreditación académica.
  • una fuerte inserción y políticas de extensión en la cultura, en la sociedad y en la comunidad que la aloja.
  • una administración democrática, con alternancia en sus conducciones libremente elegidas, y dispositivos que eviten o neutralicen los fenómenos derivados de la Psicología de las Masas, basados especialmente en jerarquizar la completa independencia de la Institución y sus poderes de los análisis de sus miembros.

Finalmente, coincido también con Mariano Horenstein en que “quizás la institución, tal como sucede en una supervisión, debería servir para ayudar al analista a mantenerse lo más posible en su posición, siempre frágil, inestable” (comunicación personal), de allí la importancia de evitar su cristalización burocrática y su idealización del saber aunque sea el saber sobre lo inconsciente.

Mi trabajo internacional me ha hecho ver que pocas instituciones en el mundo tienen esta dinámica y un sostenido desarrollo basado en este tipo de políticas. Sumado al interés que despierta en nuevas generaciones de analistas, esto hace a mi apuesta al porvenir de la APA.

Bibliografía

  • Baranger, M. (2003) La formación psicoanalítica. La reforma del 74 treinta años después. En Revista de Psicoanálisis LX, 4
  • Baranger, W. (1987). Mesa Redonda del Claustro de Candidatos de la APA del 25/6/85. En Vicisitudes del análisis didáctico. Nueva Librería.
  • Freud, S. (1927/1979). El porvenir de una ilusión (1º ed., Vol. XXI: Obras Completas.). Buenos Aires: Amorrortu editores.
  • Fainstein, A. M. (2002). La APA hoy, algunas reflexiones. En A. Varios, 60 Años de Psicoanálisis en la Argentina. Pasado. Presente. Futuro. Buenos Aires: Comisión de Publicaciones de la APA y Editorial Lumen.
  • Freud, S. (1927/1979). El porvenir de una ilusión (1º ed., Vol. XXI: Obras Completas.). Buenos Aires: Amorrortu editores.
  • Goldstein, M. & Moise, C. (comp.). (2001). Pensando la institución psicoanalítica. Buenos Aires: El Escriba.
  • Horenstein, Mariano. Comunicación personal.
  • Szpilka, J. (2002). Sobre los cambios en APA en 1974. En A. Varios, 60 Años de Psicoanálisis en la Argentina. Pasado. Presente. Futuro (págs. 170-179). Buenos Aires: Comisión de Publicaciones de la APA y Editorial Lumen.