Red El encuentro. Testimonio

Nora Stiberman, Universidad Nacional de Córdoba

Voy a iniciar esta nota con una frase que pertenece a Vasili Grossman, del libro Todo Fluye, que me emociona y convoca: “El mal permanece imperturbable desde que el mundo es mundo, pero por doquier crece la bondad como se expande el grano de mostaza.

La niñez en riesgo, el descuido, el maltrato físico y emocional y el abuso sexual no son fenómenos exclusivos de ningún estrato social determinado. Como psicóloga clínica, estoy acostumbrada a una tarea solitaria de consultorio, y en una búsqueda personal de intervenir en un ámbito social me acerqué a la Organización Red El Encuentro, en José C. Paz

Mi tarea es terapéutica, trabajo con grupos de educadores para pensar juntos acerca de los problemas que tienen que encarar en su jornada cotidiana, trabajo con parejas para construir un espacio para pensar juntos los problemas que tienen entre ellos y con sus hijos. Y también con mujeres que tienen que asumir la crianza de nietos porque sus hijos han sido devastados por consumo de drogas, violencia social. El problema de las drogas, comercialización y consumo de drogas es muy grave, niños tomados por este tema con su presente y futuro comprometido, en un marco de pobreza estructural

En este momento estoy trabajando con una abuela, la llamaremos Elena. Tuvo 10 hijos, de los cuales 3 han muerto: Un hijo bebé, no tengo muy claro que pasó, otro hijo murió joven, por el disparo accidental con un arma por parte de otro joven, una hija muerta de HIV cuyo marido había muerto también dejando un bebé: Pedrito, que hoy tiene 9 años. Otra hija, adicta al paco, tuvo dos hijos: Juan y Martín, de 9 y 11 años. Esta hija está en situación de calle, no la encuentran y Elena está a cargo de los chicos. Los otros hijos, todos cerca de la mamá también con hijos, muchos sin trabajo, viven con la pensión que reciben del estado y en condiciones de hacinamiento. La solidaridad entre vecinos ayuda, comparten el pan cuando falta. Muchas veces, casi siempre, van a comer a la Red, allí reciben ayuda de ropa, comida y sobre todo la actividad de contención que ofrece, con el cuidado de los chicos y las propuestas de trabajo y recreativas

Elena viene a la consulta acompañada por los educadores, ellos están sobrepasados con los chicos: problemas de conducta, agresividad hacia otros chicos y hacia los adultos también, falta de hábitos de higiene, falta de concentración, los tres son analfabetos. Van a la escuela, pero los paros en Provincia de Bs As han sido muy frecuentes y además no hay hábito familiar de asistencia diaria a la escuela. Ella viene con los chicos, y acepta la consulta porque le importa cuidar la relación con la Red, reconoce y agradece la ayuda que recibe

De entrada, me dice que ella sabe muy bien de que tiene que hablar conmigo, tiene que corregir conductas: violencia. Me dice que ella hablará con sinceridad conmigo, pero me pide lo mismo hacia ella. Así comenzó nuestro trabajo. Hicimos ese trato: hablar francamente y construir un espacio de reflexión: repensar la vida. En su casa el golpe, los insultos son lo habitual, crecí así me dice. Los maridos no han permanecido ni cuidado, no dan asistencia de ningún tipo, ni a ella cuando los hijos eran chicos ni ahora con los nietos a su cargo. Está sola. Tiene temor de perder los nietos, que se los saquen para internarlos en alguna institución… sobre ese temor trabajamos mucho: nadie podrá dudar de que los chicos deben estar con ella si no faltan a la escuela, si adquieren hábitos de higiene, de orden en su casa y con el estudio. Los chicos tienen mucho sufrimiento: por la violencia -todos les pegan por la situación de la mamá en la calle-. Uno de ellos, Martín, se escapó de casa y se fue a Capital a buscarla… por suerte volvió. Elena se asustó mucho. Ella teme por ellos, por la droga que hay cerca de ellos en el barrio, nuestro trabajo se inicia con el trato de cancelar la violencia, hablar, explicar y particularmente decirles lo mucho que los quiere. Ella me dice que le cuesta criar los nietos, está grande, pero los ama y es la única persona de la familia que puede hacerlo. No existe otra posibilidad. Su vida misma está tan lastimada, violada siendo una nena. Escolaridad incompleta, y la pobreza siempre fue su condición de vida. Me dice que tuvo propuestas de consultas con una psicóloga, pero no las aceptó. Si hubiera sabido…dice. “Estoy pensando de otro modo”, “Estoy pudiendo controlarme cuando quiero pegar” estoy ordenando mi casa, he tirado cosas que no servían… y estoy pidiendo a todos que cuiden… mi hijo me dice: ”vieja, estás cambiando la cabeza! Mirá como estás pensando! ¡Estas más inteligente! Ella sonríe complacida: me cuesta, me cuesta mucho. Pero estoy haciendo el esfuerzo. Si hubiera sabido…Los chicos son un motor de cambio, la necesitan y ella les dice mucho que los ama, esto es algo trabajado en la consulta porque se puso en evidencia el sufrimiento de los chicos, Martín mencionó que no le gustaba vivir así, solo sufrimiento: Un chico del barrio se ahorcó

Estoy trabajando con respeto y afecto hacia ellos; considerando su realidad, planteando cambios que son posibles y que considero serían estructurales de otros posibles cambios, creo que el trabajo con la abuela es el único posible, desde estimular su propio respeto y capacidad de reflexión y cambio. Como ella dice, no es fácil. No hay recursos y el mundo es el presente, aunque Pedrito ante mi pregunta acerca de que quiere ser cuando sea grande me dice que quiere tener un taller mecánico de autos y comprar una casa grande, con muchas habitaciones, una para la abuela. Puede ser, le digo, ¡hay que estudiar! La propuesta es pensar juntos, y la posibilidad de cambios será un proceso, esta semana faltó a la consulta porque tenía que ir al banco a cobrar… el encuentro era a las 13 hs. La continuidad se verá

Notas

  1. A partir de la grave crisis del año 89 los centros comunitarios intentamos subsistir creando una nueva forma organizativa de trabajo y contención, que dio origen a la Red El Encuentro. Éstas están fundadas en la construcción colectiva, la integración de la comunidad, el fortalecimiento de las familias, el reconocimiento del niño y la niña como sujeto de derechos. Esta articulación en red potencia la labor de cada espacio comunitario, permite ampliar y diversificar las propuestas, relacionarnos con otros, constituirnos como interlocutores ante el Estado. Hemos ido desarrollando nuestro modelo de funcionamiento y acompañamiento, estrategias propias de capacitación, gestión de recursos

    Nuestra red está conformada por 15 Centros Comunitarios ubicados en los 12 barrios populares del noroeste del conurbano bonaerense atravesados por la pobreza en todas su expresiones injustas y dolorosas. Participan en ellos 2800 pibes y pibas desde bebés hasta jóvenes y estamos a cargo de llevar adelante todas las tareas unos 300 educadores/as comunitarios/as