Femicidio y reproducción
Dr. Jorge Vinacur, Ex presidente de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Buenos Aires
La desigualdad de género culmina con la violencia física y el abuso contra mujeres. Su forma extrema es el femicidio. En el 2013 se habrían producido en el país unas 295 muertes de mujeres relacionadas con la violencia de género.
Anualmente, en Argentina, mueren unas diez mil mujeres entre 15 y 49 años de edad (edad reproductiva). El 40% de ellas residen en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Cada 100 muertes, 30 son por tumores, 20 por causas violentas y sólo 3 son complicaciones del embarazo, parto o puerperio.
En el Informe Estadístico de Defunción, hay una pregunta sobre si la mujer estuvo embarazada en los 12 meses previos a su muerte. En la mayoría de los informes falta el dato, pero entre los que dan respuesta, cuando la causa fue homicidio o suicidio, el 16 al 20% de las muertas estuvo embarazada, en contraste con el 8% de las muertas por accidentes o del 1% fallecidas por causas biológicas (Dirección de Estadísticas e Información de Salud (DEIS), MSN: Serie 5 “Estadísticas Vitales”).
Por otra parte, la mortalidad de mujeres jóvenes (en edad reproductiva) se supone que está en relación directa con la mortalidad de causa materna, sin embargo hay varias provincias (sobre todo en regiones de NEA y NOA) en las que la mortalidad materna no guarda relación con la elevada mortalidad de las mujeres en edad reproductiva. Esta podría estar relacionada con la violencia doméstica (M. Fernández, DEIS, MSN, 2008. Comunicación personal).
Durante la gestación, más del 5% (1 a 28%) de las embarazadas fueron víctimas de violencia física por sus parejas convivientes (OMS, 2005). Por otra parte, en distintos países se observó que en el 40 a 70% de las mujeres asesinadas el responsable era la pareja. El principal factor de riesgo para el femicidio es la violencia doméstica previa. Durante la gestación, la muerte se produce por traumas directos, traumas abdominales que producen complicaciones obstétricas que finalmente resultan mortales o por estrés o dominación psicológica que lleva al suicidio.
La violencia de género que culmina en femicidio es un grave problema de salud pública y requiere atención urgente. Se requiere información sobre los diversos aspectos del femicidio y superar las limitaciones metodológicas que limitan la generalización de resultados. Hay que cambiar la cultura de silencio y fatalismo sobre este tema.