Literatura – Psicoanálisis
Julia Rocha, Universidad Nacional de Tucumán
Este texto intentará vincular la Literatura y el Psicoanálisis, nada nuevo. Se ha escrito mucho al respecto. El tema fundamental es observar cómo los escritores, resuelven lo que ellos mismos se plantean, de acuerdo a sus contextos y a lo que les urge “decir”.
El hombre primitivo sintió la necesidad de Comunicarse. Emitió sonidos, gritos hasta articular sonidos varios. Se encontraron en las cavernas mundos posibles que irían evolucionando: Jeroglíficos, dibujos, simbólicos. Llegamos a el canto, y a los distintos idiomas acompañando a las ciencias y a las humanidades. Recordar, un ejemplo entre muchos: los esclavos negros, que, ante el hostigamiento de los “señores”, oponían la voz, entre ellos. Es el lugar que dará origen al jazz. Sublimes cantos que taparon dolores, cansancios y hambre. Una Pulsión de Vida, para no dejarse vencer. Sustituyeron el lugar de la angustia. El ich, efecto – señal de peligro interior o exterior que, tiene diversas razones para un analista que, va “descubriendo”, para evitar las excitaciones fuertes, calmando. “Transformar” por su inclusión el mundo exterior y, dominarlas. De hecho, se estudió y se estudian alertas para el ser existente.
La Poesía, fue el género de prestigio entre filósofos de la antigüedad.
La Literatura, con la práctica de los lenguajes: Sánscrito, Griego y Latín, tienen un lugar preponderante. La poesía como desarrollo de la vida interna del Ser, fue analizada y sigue siéndolo por temas vitales que se plantean con sentido.
El primer poema que se conoce es: Jilgamech, inscripto en una tabla de arcilla. La Iliada y la Odisea, contienen una gran riqueza de análisis. Producciones en griego y latín dieron argumentos para trabajar sobre ellos. Fueron surgiendo los diversos géneros: teatro, juglares en España que, llevaban y recogían noticias, que seguro modificaban, en sus relatos. En Europa, de igual modo, cada país, tenían sus hombres que recolectaban novedades. Toda una historia cultural, que tendía a la Información y Comunicación, y al decir de placeres y sufrimientos. Buscaron con el desarrollo, una Estética, que pudiera “decir aquello profundo que los excedía. Hablar de Literaturas tan singulares cómo el Quijote, de Miguel de Cervantes, La Divina Comedia, y una larga lista de clásicos y buenos escritores es una excelente oportunidad para seguir el derrotero de la evolución y sus resoluciones
William Shakespeare y su obsesión: “ser o no ser” van dando cuenta de ésta necesidad. Freud dijo; la psicología es un gran Poema. La angustia, el Ich, nada explican, nos toca decodificarlos.
Se imponen, los filósofos quienes pensaron e interpretaron la Literatura. Dostoievski, con la novela: “Los hermanos karamazov” “Notas desde el subterráneo”, y otras, precursor del existencialismo francés, manifiesta los vínculos humanos, familiares o no, la amoralidad del hombre marginado conservando la libertad de su personalidad, casi mágica y redentora. Poder, sufrimientos, dolores, amor y, todo aquello que hace a la vida, son intentos de hacer por el Otro, un ser feliz: esa utopía.
Sigmund Freud, y Jacques Lacan, pensaron la Literatura, a las que sumaron sus experiencias clínicas. Ambos enseñaron que cuando uno plantea una pregunta, ya tiene la mitad de la respuesta. Por eso es necesario re-plantear preguntas. Tanto uno como otro pensaban que hay una “adecuación”, entre el estilo y el objeto, entre poema e inconsciente, entre escritura y psicoanálisis. La ficción se escribe bajo el dictado del inconsciente. Tanto una cómo el otro, son un proceso de escrituras y silencios. La ficción es lo inconsciente del sujeto que crea. El estilo es el modo personal, determinado por el significante de cada uno, es lo que Freud llama “Trabajo interior”.