Acoso o Convivencia Escolar

Dra. Silvia Bajraj, Miembro de APA y de la Comisión Editora

En este número elegimos trabajar con las dos palabras que remiten a la problemática: “Bullying” o “Convivencia” en el ámbito escolar. Es que el acoso como agresión sistemática ha cobrado gran difusión en los últimos años, como emergente de un fenómeno de época, contraponiéndose a un estado de “convivencia” más o menos armonioso.

El término inglés “bullying” deriva del vocablo holandés “boel”, que significa amante a modo de proxeneta. De algún modo, terminó enlazándose al vocablo inglés “bull”, que significa toro. Así, bullying refiere a hostigamiento, matonaje grupal. Corresponde a cualquier forma de maltrato emocional, físico o verbal, que se da a través del tiempo y de manera reiterada. En ambos casos, remite al abuso de la fuerza sobre alguien en inferioridad de condiciones.

Fue el noruego Dan Olweus, catedrático de Psicología en la Universidad de Bergen, pionero en estudiar la violencia escolar en su país, hace ya 40 años. En la década del 90 ya existía legislación sobre este tema en los países nórdicos, con lo cual podemos decir que, si bien hubo siempre violencia en las escuelas, el interés investigativo por la cuestión es relativamente reciente. Vale mencionar que Olweus eligió el término bullying por su raíz común con mobbing, término que se usa en etología para describir el fenómeno por el cual un grupo de pájaros ataca a UNO de otra especie.

El tema nos lleva a referirnos a conceptos y cuestiones diversas como la pulsión de dominio, la discriminación, la vergüenza, la culpa, el sadismo y el masoquismo, entre otros, los que se desarrollan en los artículos que presentamos y que permiten considerar la importancia de la presencia de la autoridad y de la instrumentación de una ley que facilite la tramitación simbólica de los conflictos a través de la palabra, a fin de que se favorezca que niños y jóvenes puedan convivir en cierto estado.

El 23 de setiembre de 2014 realizamos en APA una actividad convocada por el Departamento de Niños, la Comisión de Enlace Legislativo y La Época, lo que dio origen a las entrevistas al Dr. Luis Kancyper y a la Lic. Marina Lerner, las que pueden verse en los videos que anteceden a esta publicación, donde exponen brevemente sus ideas.

Luis Kancyper intenta realizar una lectura psicoanalítica del fenómeno de bullying, centrándose en la complejidad de los factores que intervienen en dos cuestiones: el lugar del amigo-enemigo y las comparaciones y rivalidades inevitables entre pares.

Marina Lerner se refiere, en el video, a la ley 26892, sancionada por el Congreso de la Nación en septiembre del 2013, denominada de “Promocion de la convivencia y abordaje de la conflictividad social en las instituciones educativas”.

Consideramos la importancia del abordaje interdisciplinario. Es por ello que incluimos en este número textos psicoanalíticos y de otras disciplinas, que nos invitan a su lectura.

La Lic. Mara Brawer, Diputada Nacional, le otorga una relevante importancia a la intervención adulta, del docente, teniendo en cuenta tanto lo individual de cada sujeto como el contexto en el que se despliega, considerando los vínculos de jerarquías, historizando el conflicto y centrándose en el respeto por los derechos de todos.

Marta Dávila, de APA, escribe sobre la conflictiva de los participantes del bullying, tomándolo como un fenómeno de grupo y teniendo en cuenta la función del adulto, los padres, docentes y autoridades educativas, remarcando el trabajo psicoanalítico, especialmente en la prevención, centrando el texto en el trauma revivenciado en el ámbito educativo.

Por su lado, los psicoanalistas José Sahovaler y Nora Koremblit de Vinacur describen qué es y quiénes son los co-participantes de la violencia para pensar las propuestas psicoanalíticas, tanto preventivas como curativas. Destacan, además, que en el atacado, el acosador ve su propia imagen, pero invertida y por tanto siniestra y a destruir.

Otra colega, Eva Rotenberg, marca la complejidad del tema, acentuando que están involucradas la familia y la sociedad, remarcando la importancia del diálogo y del psicoanálisis multifamiliar. Alerta sobre el peligro de caer en un binarismo patológico, puntuando que es un tema no reductible simplemente al masoquismo.

La analista Ana Rozenbaum, por su parte, recurre a Frankenstein para desplegar sus ideas, refiriéndose a lo siniestro, a la violencia y a la importancia de entender los conflictos. Nos convoca a salir de la comodidad de lo bueno y lo malo, de lo normal y patológico, para instaurar la pregunta que nos lleve a comprender las problemáticas con el fin de su resolución.

A su turno, la antropóloga y licenciada en Comunicación, Paula Sibilia enmarca el tema en los cambios complejos que se fueron dando en la cultura, con eje en las llamadas tecnologías de comunicación. Describe cómo en el bullying, tomó el relevo de la culpa la vergüenza, expuesta a la mirada ajena en un espacio público. La vergüenza es hoy el patrón de modelaje de conductas y subjetividades, sostiene, entre otras reflexiones que la autora presenta como un “problema público, no privado o íntimo”.

Mauricio Zulian, de APA, hace epicentro en la cuestión de la soportabilidad de las diferencias, de la subjetividad en falta ante la presencia del otro.

Otro/s que emanan o son portavoces de discursos políticos y de poder. Desde estas variables, pone sobre el tapete recuperar el deseo del maestro como salida a la violencia, refiriéndose a la crisis, el malestar en la cultura, el lugar y formación del maestro, resaltando la importancia de la estrategia singular de cada uno.

Cynthia Aziz, Directora de escuela primaria, escribe sobre el tema, remarca e investiga lo especifico de cada situación en particular, su singularidad e historia, para posibilitar la intervención adecuada. Señala una serie de ítems elaborados por docentes y directivos en el trabajo con alumnos y padres, tendientes a evitar que el acoso escolar se establezca.

El tema Bullying, entonces, nos convoca a pensar en los aportes posibles del psicoanálisis en la comprensión de los conflictos que se despliegan, como para prevenirlo y trabajarlo, sea con los sujetos niños y jóvenes, como con la familia, docentes y autoridades escolares, para favorecer que la convivencia razonable sea posible.