Duelos procesados en forma on line
Any Krieger, APA
La persona en duelo gusta ocuparse del difunto, evocar su memoria y conservarlo en el tiempo. Se está de duelo, no porque una persona cercana haya muerto, sino porque se llevó con él en su muerte, un pequeño trozo de sí (Freud). En la actualidad van desapareciendo los ritos tradicionales que acompañan al duelo. El tabú de la muerte se minimiza, o se exalta cuando es violenta o es un tema en las noticias de la televisión y se la destaca en las figuras públicas que se convierten en espectaculares.
En el siglo XX, a partir de la primera guerra mundial, se comienza a excluir la muerte. ¿Cómo se ha llegado a esta situación?
En el siglo XVIII el sujeto de las sociedades occidentales da un sentido nuevo a la muerte. El romanticismo como movimiento cultural imprimía al tema de la muerte un sentido macabro asociado con el amor y el erotismo, con un anudamiento al sufrimiento. Hasta esa época se había instaurado un duelo que forzaba a la familia del difunto a mostrar durante un cierto tiempo, un dolor que no siempre sentía. El luto ha sido la expresión formal de los sentimientos de pena. Los velorios, los entierros, las esquelas y la ropa; conformaban así el ritual de los duelos. Un duelo que forzaba a la familia del difunto a mostrar durante un cierto tiempo, muchas veces un dolor que no siempre sentía.
Ya en el siglo XX se produce un giro hacia la negación de la muerte y la eliminación del duelo (Cazenave). En consonancia con el proceso de industrialización y capitalismo que se extiende con la globalización.
El empuje a la felicidad, con el sentido de aumentar el placer y disminuir el dolor, forma parte de la ética contemporánea. Aparece un cierto deber ser moral y la obligación social de evitar todo motivo de tristeza, se exige de algún modo un aparente sentirse siempre feliz. Como resultado de esta forma de atenuar, se produce una atenuación de la tristeza y del duelo en el pasaje de la vida a la muerte, vemos que a través de las épocas siempre estuvieron presentes algunos rituales ante la muerte, ya sea con prohibiciones o con concesiones. Pensando en la clínica, surge como tema consecuente la elaboración del duelo y sus obstáculos. La función del duelo es la de subjetivar la pérdida. El dolor del duelo afecta al cuerpo.
Es en la escena social con el semejante que el dolor por la falta encuentra su acotamiento.
Podemos conjeturar una explicación sobre lo que actualmente sucede en el posteo en las redes. La pregunta que se formula es: ¿el posteo que hoy se realiza en las redes sirve para atravesar el duelo o contrariamente lo cristaliza?
¿Qué sucede hoy? Las redes…
Resguardados en la virtualidad, los usuarios se animan a hacer públicos algunos de sus dolores más hondos. Una muerte, una ruptura amorosa, la despedida de una mascota y hasta un fin de ciclo laboral son algunas de las experiencias de pérdida que pueden encontrar un espacio perfecto para ser compartidas, con la esperanza de que la tristeza ceda y de a poco se pueda superar el dolor. ¿Cómo se duela ahora? Internet cambió la manera de hacer duelos. En el pasado un familiar o amigo fallecía y todo lo que quedaba eran recuerdos y una colección de fotografías. En estos tiempos los muertos están siempre presentes en forma on line (en línea) y hasta hallamos encuentros digitales con alguien que ha fallecido.
Cada uno de nosotros posee una huella digital: la acumulación de nuestra actividad en línea que relata una vida a través de blogs, fotos, juegos, sitios web, redes, historias, etc. Cuando una persona muere estos contenidos lo sobreviven. Es un fenómeno nuevo al que asistimos. Estos espacios se han convertido en una herramienta valiosa para los que están en proceso de duelo. Esto permite nuevas formas de dolor que trascienden las nociones tradicionales de “dejar ir”.
Mantener una página de facebook activo de la persona fallecida o crear un nuevo perfil “en memoria” permite a los usuarios enviar mensajes privados o públicos para compartir el dolor. ¿Entonces mantener vivo al fallecido en las redes, es una forma de trabajar contra la pérdida?
Las redes vienen a reemplazar los objetos de duelo tradicionales, que en otra época se distribuían entre los deudos. También tienen un efecto terapéutico y de cierta comodidad y el compartir con otros sirve de ayuda para desbloquear inhibiciones que tienen que ver con la pérdida y también permite formas de expresión sin censura diferentes de las conversaciones cara a cara.