Mentira y Ética

Por Mirta Goldstein, Directora de La Época APA Online

Este año estamos dedicados a la edición de una trilogía sobre la mentira. ¿Por qué una Trilogía? Porque es una manera de profundizar en las facetas de un tema.

¿Por qué Mentira? Porque de un tema de indiscutible incidencia en los vínculos e intentamos producir una incomodidad respecto de lo que se considera bueno y malo y que generalmente es tratado desde la moral. El primer número de esta trilogía ya está a disposición del público lector, es el número 9 que se titula Mentira y Subjetivación. El segundo es éste: el número 10 sobre: Mentira y lazo social, y el tercer y último que aparecerá próximamente, se titulará: Mentira y ética. Como ven son inseparables uno de otro y arman una trilogía.

Queremos rescatar a la mentira de su estigmatización como lo negativo, y revelar su relación con el pudor y la intimidad, su valor de síntoma y sus efectos de dominación y engaño. La mentira se halla en un límite entre lo aceptado y lo denostado.

Mentira no es desmentida; más bien es un lazo consciente con el otro para manipularlo pero también para aliviarlo del dolor psíquico.

La mentira es moral? Es ética? ¿Observamos y calificamos a las relaciones sociales desde la verdad y la justicia o también admitimos relativizar estos conceptos según las circunstancia particulares?

Nuestros entrevistados nos dicen que el pacto social se basa en la verdad, aunque la mentira es estructural al discurso.

Para el psicoanálisis el inconsciente es una mentira verdadera. Por qué? Porque la ficción esconde y devela y la mentira también. ¿Es lo mismo ficción que mentira? La ficción es una mentira creíble transitoriamente. La mentira es una ficción creíble transitoriamente. Si la verdad es inaprehensible toda y nadie la tiene como absoluta, ¿la mentira tiene el mismo estatuto?

Para Lacan lo real no miente porque no habla, entonces, somos todos mentirosos porque no podemos escapar al malentendido del lenguaje. Sin embargo no todos “creemos” serlo. Y si todos somos mentirosos puesto que nadie puede decir toda la verdad, entonces porque la condenamos?

La mentira guarda una relación estrecha con la simulación, el engaño y con las creencias. Sin creencia no hay ni mentiroso ni engañado.

Obviamente que cuando Goebbels afirmaba: Miente, miente que algo quedará, hacía uso de la mentira a los fines de la dominación y la masificación. La masa principalmente se caracteriza por creer en el líder. Los autores que escriben en este número develan muchas de estos interrogantes y profundizan en el valor discusivo de la mentira y su efecto en los lazos sociales. El recorrido es amplio: desde el chiste hasta la dominación, la mentira recubre y a la vez se oculta en los lazos sociales generando desde esperanza e ilusión hasta destructividad y violencia.