Alicia Killner, APA. Podríamos empezar esta presentación retomando una proposición habitual en la entrada de los trabajos freudianos, la fórmula: “muchas veces se ha descuidado” tal o cual cuestión, aplicado a la sexualidad infantil, o al chiste, o a lo ominoso, siempre a algo en cierto modo fundamental y demostrable que no ha sido tenido en cuenta por las disciplinas “serias”. Freud toma el resto olvidado, lo desestimado, el residuo de la cultura para crear un discurso que le es propio y que hacemos propio luego, a nuestro modo.
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